viernes, 13 de marzo de 2015

Confieso que he cambiado

Este artículo se escribirá, probablemente, en unos 40 minutos. Usted lo leerá en cinco. Y yo me habré pasado una semana - desde el viernes pasado después de publicado el anterior - sopesando temas que nos interesen a ambos y de los que yo pueda escribir. No es fácil, tengo 30 años y pocas opiniones bien formadas sobre el mundo, de hecho, la mayoría de las que tenía y creía sólidas me las arranqué entre agosto y septiembre, cuando me hice atea, escéptica, antropóloga, darwinista, saqué de mi despacho los títulos que había y que me otorgaban supuestas competencias dentro del mundo de la medicina alternativa, puse a la venta mis Flores de Bach (nadie las ha comprado todavía), recorté mi currículum y salvé sólo aquello de lo que me sentía orgullosa. Estoy esperando que se acaben las tarjetas de visita que me definen como naturópata, escondo escritos antiguos en los que hablaba del alma, del gurú Yogananda y de un mundo espiritual que me ha tenido abducida, secuestrada. 

No crean que no me cuesta escribir esto - incluso aunque me sirva de tema para este artículo que se resistía - porque salir de lo que yo hoy pienso que es una verdadera secta es también exponerte, avergonzada, a responder preguntas incómodas, a constatar que no eres tan inteligente como pensabas e incluso a desatender relaciones que estaban forjadas en las creencias que hoy repruebo públicamente, todavía con la expresión funesta de quien confesa un delito. No sé que cara ponerle a los amigos que cuando me encuentran le siguen hablando a una Sandra que no existe, que se hizo querer escribiendo poemas metafísicos y parecía saberlo todo porque leía muchos libros que la convirtieron en una erudita de los disparates. Sirva este testimonio, medio humillación pública voluntaria, medio salida del armario, para alertar a los que siguen a charlatanes que, por suerte o por desgracia, no son malos ni avariciosos, sólo se creen lo que les han contado y se sienten poderosos, poseedores de una verdad salvífica, portadores de la voz de un dios moderno que se ha afeitado y que hasta pueda ser una mujer - porque el antiguo dogma ya perdió credibilidad y también tiene que haber paridad en el Olimpo. Cuidado con los expertos de la pseudociencia que además, y lamentablemente, copan espacios televisivos con mucha audiencia donde pronostican cánceres según si la menstruación te resulte dolorosa y los tratan con dietas milagro que suenan serias porque usan una jerga académica. Pero no es tan difícil desenmascararlos, sólo haría falta recuperar los apuntes de la asignatura de naturales de Educación Primaria, la antigua EGB. Insisto, no se dejen engañar, ni aunque su situación sea desesperada, porque el consuelo que les pueda ofrecer pensar que existe vida más allá, que podemos revertir nuestra enfermedad con pensamientos positivos o que hay ángeles que nos cuidan y sólo nos pasa lo que merecemos o necesitamos para seguir aprendiendo no convierte todas estas afirmaciones en verdad. Nos gustaría creerlo, reconforta pensarlo, pero no hay nada que lo demuestre y hay que ser consecuente porque les aseguro que si es duro aceptarlo, más dura es la caída de quien se cae de castillos que construyó en el aire.

Artículo publicado en el Diari de Terrassa el 13 de marzo de 2015

13 comentarios:

  1. Felicidades por tu valor. No es facil cambiar la orientacion de tu vida profesional cuando ya has construido toda una estructura sobre ella. Ni cambiar de opinion y reconocer publicamente lo que consideras un error.

    Este tipo de actitudes demuestran una capacidad, que se muestra muy util para seguir mejorando en todos los campos, incluido el del conocimiento.

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  2. Gracias, Jordi, por tu comentario. Espero que así sea y que el espíritu escpéptico se mantenga, estoy muy contenta con mi nueva manera de ver las cosas :)

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  3. Hola.... !! Que te encuentro y agradezco el regalo que diste a muchos cundo con e tiempo vayan leyendo esta declaración. No porqeu hables mal, porque salgas del closet... si no porque das cosnciencia. Me ecantaría saber que fue lo que te hizo salir de ahí. Yo veo en muchos charlatanes que parecen haber sufrido un secuestro cerebral y puedes llegar a creer lo que dicen y ellos mismo llegan a una filosofía que no pueden negar, ya en ese punto lo creen ciegamente; pero también soy consciente del efecto placebo http://goo.gl/AM0pqh. Pero ya sea por curiosidad, aprendizaje y poder dar consciencia a muchos mas, estaría de lujo profundizaras un poco. Mira que si quisieras un libro podrías hacer :-D Chao

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  4. Hola Sandra,

    Te felicito por la valentía de expresar tu criterio, esa nueva percepción o visión de las cosas..
    A mi parecer, la propia experiencia es la que te da la "certeza", certeza que no resulta sencilla transmitir a los demás, porque al final lo que vale es la propia experiencia, para mi no es sólo una cuestión de Fe.

    Por ejemplo, hay personas, entre las que me incluyo, que experimentan realidades en otros planos de conciencia, más allá de la materia, no es mera teoría o información que has leído en libros de autoayuda. No es que nadie sea especial o diferente, es sólo experiencia que personalmente considero que me ha hecho ver realidades más sútiles e imperceptibles que los sentidos físicos no pueden captar, y que avalan la posibilidad de que el Alma existe.

    La formación académica ni la ciencia abarca aún respuestas para este tipo de experiencias.. he conocido un poco el ámbito de la investigación, y en mi humilde opinión, puedes encontrar posturas e investigaciones completamente distintas/opuestas, todas ellas correcta y ampliamente fundamentadas según el método científico, y que dan lugar a númerosas tesis doctorales.

    Tal y como dices, para mi "las afirmaciones no las convierten en verdad " es la experiencia.

    Gracias,
    Natalia

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  5. Gracias y felicitaciones por tu valentía y honestidad intelectual, al decidirte a romper con ese mundillo diverso, en el que conviven charlatanes temerarios y codiciosos que explotan habilmente la búsqueda de lo "espiritual" y lo "natural", peligrosos profetas de lo irracional, y una gran masa de gente trágicamente incapaz de pensar críticamente. Seguramente conoces a la Asociación para proteger al enfermo de Terapias Pseudocientíficas http://www.apetp.com/

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    1. Gracias por tu comentario y disculpa la demora en la respuesta... Conozco la asociación, creo que hace un gran trabajo, si puedo ser de ayuda en ella, me encantará colaborar cuando tenga un poco de tiempo, ahora cuido de mis gemelos de un año y me absorben todo el día (y noche!) Un abrazo!

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  6. Enhorabuena Sandra! Has superado otra etapa en el proceso de autoconocimiento. Estoy seguro que no ha sido fácil pero seguro que ya ha pasado lo peor. Lo importante es no mortificarte por el pasado y pensar que no estás sola!

    Saludos!

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  7. Hola me llamo ylenia, y te agradezco mucho que saques este vídeo y la entrevista. Yo misma he llevado 20 años leyendo libros de autoayuda y me he sometido a terapias alternativas. Y en mi interior algo me indicaba que no eran fiables,pero esta por todas partes. Supongo q mi sentido común ha salido a flote.
    Gracias por desmentir toda esta parafernalia. Y espero que este sentido común y raciocinio siga prosperando.
    GRACIAS.

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    1. Gracias por tu comentario Ylenia, y sobre todo disculpa la demora en la respuesta, tengo gemelos de un año y durante todo este tiempo (y todavía) ando bastante desconectada del blog. Estoy muy feliz de que tu también hayas podido deshacerte de todo esto. Un abrazo bien grande!

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  8. Se necesita de una gran inteligencia y valor para explorarse así misma y hacer autocrítica de forma tan profunda, me parece que eres admirable. Aunque tiempo atrás creyeras en eso, fue tu inteligencia y valentía la que te permitió destruir la mentira. Jamás te sientas avergonzada, es digno de alabanza, has conocido los dos mundos, sabes cómo piensan y por qué (algo que muchos escépticos intentan y no consiguen comprender), nadieekor que tú puede luchar contra la estafa, el engaño, la mentira y la charlatanería. Lo que dices y digas en un futuro puede salvar vidas (literalmente), jamás te avergüences Sandra.

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  9. Se necesita de una gran inteligencia y valor para explorarse así misma y hacer autocrítica de forma tan profunda, me parece que eres admirable. Aunque tiempo atrás creyeras en eso, fue tu inteligencia y valentía la que te permitió destruir la mentira. Jamás te sientas avergonzada, es digno de alabanza, has conocido los dos mundos, sabes cómo piensan y por qué (algo que muchos escépticos intentan y no consiguen comprender), nadie mejor que tú puede luchar contra la estafa, el engaño, la mentira y la charlatanería. Lo que dices y digas en un futuro puede salvar vidas (literalmente), jamás te avergüences Sandra.

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    1. Muchas gracias por tu comentario! Pienso que a parte o incluso más que la inteligencia, lo que es importante es tener cierta formación sobre como funciona la ciencia, algo de lo que adolece nuestro sistema educativo. Efectivamente, lo que me llevo del "otro mundo" es cierta comprensión de lo que lleva a la gente a meterse allí, de qué obtienes y de por qué la gente sigue enganchada y eso pienso que me ayuda a hacer una crítica un poco más humana, incluso de los propios "gurús". En fin, me gustaría poder profundizar en el tema y espero poder hacerlo en el futuro de algún modo, pero ahora tengo dos gemelos de un año y me ocupan todo el tiempo. Estoy contenta de saber que no los voy a someter a homeopatía, flores de Bach, antivacunismo y otras pseudoterapias demenciales que quizás hubiera aplicado hace unos años. Un abrazo bien grande!

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  10. Saber reconocer un error no es de ser inteligente, es de ser sabio y tú has demostrado ser sabía por dos razones, por darte cuenta de tu error y saber rectificar. La gente que cree en terapias alternativas no son tontas, ni mucho menos, de hecho las tasas más altas de seguimiento de estas terapias son de gente con estudios. El problema es que no han tenido acceso a la parte de la información que le hubiera permitido distinguir el grano de la paja. Solo han recibido desinformación en un sistema educativo que nos enseña a no cuestionar a la autoridad.

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